Violencia doméstica azota los hogares de estudiantes durante el encierro

Violencia domestica, el mal que azota los hogares de estudiantes durante el encierro por la pandemia. 


Si el exterior ya no es seguro por el virus del COVID-19 solo nos quedan nuestros hogares, pero ¿y si en nuestro hogar tampoco es lugar seguro?
El infierno que muchos de nuestros compañeros viven a diario en sus hogares se ha intensificado y los ha dejado sin ninguna escapatoria.

La violencia domestica es todo aquel abuso físico y mental al que un sujeto familiar puede someter a otro. Pueden darse diferentes tipos de abuso: físico, emocional, sexual o financiero.



Hablamos de abuso físico cuando:

-Te empujan.
-Te abofetean o dan puñetazos.
-Te pegan con cualquier objeto que sea peligroso.
-Te amenazan con cuchillos o trozos de cristal roto.
-Te escupen.
-Te golpean severamente, tirándote del pelo.
-Te arrojan objetos peligrosos.

Hablamos de abuso emocional cuando:

-Te menosprecian y te critican constantemente.
-Te supervisan y controlan constantemente en tu uso de la tecnología: te graban las llamadas telefónicas, comprueban las llamadas realizadas, te leen los mensajes de texto o los correos electrónicos, te espían en casa.
El maltratador amenaza con matar los familiares de la victima.
-El maltratador es violento y rompe propiedades como los muebles, la ropa u otros artículos del hogar.
-El maltratador utiliza insultos y lenguaje despectivo para referirse a ti (por ejemplo, "esa cosa", "puta").
-El maltratador nunca deja sola a su víctima: dentro de casa, la persigue de habitación en habitación y cuando la mujer sale de la misma, siempre va con ella.

Hablamos de abuso sexual cuando:

-Te desnudan a la fuerza y te pegan si ejerces fuerza.
-Te degradan sexualmente, inclusive mediante el uso forzado de pornografía dura.

Hablamos de abuso financiero cuando:

-No te dejan tener unos ingresos propios que te permitan ser independiente económicamente.
-Tienes que justificar todas las compras y gastos, aportando los recibos y de los mismos.
-No te pasan la pensión alimenticia para los hijos, o sólo de vez en cuando.
-Te retienen el dinero si no accedes a tener relaciones sexuales.
-Te niegan dinero para alimentos, para ti y para tus hijos, y para pagar las facturas del hogar.


La violencia doméstica como toda conducta, sigue un patrón de tensión en el que se va desarrollando las siguientes fases:

•Primera fase, en esta etapa se va produciendo la acumulación de tensión, donde toman protagonismo dese episodios de celos pasando por faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad.
•Segunda fase, en esta fase se produce un episodio agudo de violencia generalmente con violencia física.
•Tercera fase o Luna de Miel, en esta fase el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento e incluso procede a llevar a cabo continuas muestras de cariño y de amor hacia su víctima.

Las denuncias de violencia doméstica en Honduras han incrementado desde los primeros días en los que se estableció la cuarentena. Ya que muchas de las victimas han tenido que permanecer 3 meses infernales con su agresor, no hay un lugar al que escapar. Los sitios de refugio han visto un gran incremento de llegados pero lamentablemente estos refugios no cuentan con los bienes necesarios para atender a todos y resulta ser aún más peligroso, ya que tampoco cuentan con mucho equipo de protección para evitar la propagación del virus COVID-19.

Esta es la pregunta que todos los estudiantes que somos victimas de violencia doméstica, nos preguntamos. Siendo menores de edad, nuestras opciones son limitadas.

Los planes para ayudar a las victimas siempre se ven entorpecidos por la baja presupuestaria que el Estado presenta para dichos proyectos, sin mencionar los lavados de activos que han realizado en nombre de "Ayuda para las victimas". La malversación de fondos ha conducido a que solo queden pocas instituciones capaces.

El ONV (Observatorio Nacional de la Violencia) presentó un boletín en donde marcaba el número de feminicidios en el contexto del COVID-19. El informe del ONV refleja que en el 54.5% de los homicidios de mujeres se utilizó un arma de fuego, además que el 23.6% de los casos ocurrieron dentro de su casa de habitación y que el 50.9% de las muertes sucedieron en la vía pública.

Otro de los datos es que el 71% de este tipo de homicidios o asesinatos, durante la semana epidemiológica número 12 a la 23, se dieron en la zona urbana, a diferencia de la zona rural, con el 29% de los casos.

Como estudiantes menores de edad, no somos inmunes a estas cifras. Debido a la violencia a la que son sometidos en sus hogares muchos jóvenes estudiantes huyen de esta, sin embargo volvemos a la misma incógnita:

¿Si el exterior no es seguro y mi hogar tampoco, a donde debo ir? 



¡Juramos Vencer!

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