Adiós al D1OS, fallece Maradona.

La voz de los ESTUDIANTES

Lo inevitable sucedió, una tragedia para el futbol, para Argentina, para América Latina y el mundo. Diego Armando Maradona falleció. 


El campeón del mundo con la Selección Argentina​ se descompensó en la mañana de este miércoles en la casa del barrio San Andrés, en el partido bonaerense de Tigre, donde vivía desde hacía algunos días luego de haber sido operado de la cabeza. El 30 de octubre había cumplido 60 años. 

A diferencia del común de los mortales, Diego nunca pudo ocultar ninguno de los espejos. A pesar de su vida que fue una montaña rusa, siempre subida y bajada, nunca dejo de ser Diego. Todos los que tenemos simpatía por el futbol hemos visto aquel icónico video de Diego, llevándose a tantos Ingleses desde tres cuartos de cancha. 

Un icono que se subió a un tren para ponerse cara a cara contra Bush y ser bandera del progresismo latinoamericano. Es cada tatuaje que tiene en su piel, el Che, Dalma, Gianinna, Fidel, Benja… Es el hombre que abraza a la Copa del Mundo, el que putea cuando los italianos insultan nuestro himno y el que le saca una sonrisa a los héroes de Malvinas con un partido digno de una ficción, una pieza de literatura, una obra de arte.





Durante su carrera, fue campeón del mundo con Argentina en 1986, subcampeón en 1990 y campeón del Mundial Juvenil en 1979, además de obtener la Copa Artemio Franchi de 1993. Disputó su último partido con la Albiceleste el 25 de junio de 1994 contra Nigeria en el Mundial de ese año, donde fue suspendido por dopaje. Con Napoli, ganó una Copa de la UEFA y los dos scudettos que posee la institución y marcó un «gol imposible» en 1985. Tiene el récord de ser el jugador que cinco veces fue máximo goleador de campeonato de Argentina. El Gol del Siglo marcado contra los ingleses en el Mundial de 1986 es señalado por una votación de la FIFA como el mejor en la historia de los mundiales del siglo XX y en el cuarto puesto figura uno de sus goles contra Bélgica, del mismo mundial.

Después, inspiró la Iglesia maradoniana, fue conductor televisivo tanto en Italia como en Argentina​ y vicepresidente de la Comisión de Fútbol de Boca Juniors entre 2005 y 2006. Fue presidente honorario del Dinamo Brest entre julio y septiembre de 2018.​​ Asimismo, fue protagonista de gran cantidad de documentales y películas de ficción. Su figura ha sido motivo de las más variadas referencias en la cultura popular argentina y napolitana. A pesar de no haber ganado el Balón de Oro en su carrera, premio al que en aquella época solo podían optar europeos, la revista France Football le concedió uno honorífico por su gran trayectoria en la gala de premiación de 1995. En 2015, publicó que hubiese obtenido dos trofeos: en 1986 y 1990.


Maradona y el Comandante Hugo Chavez, expresidente de Venezuela. 

Maradona y Fidel Castro

Después de ganar el Mundial, al otro año viajó a Cuba a recibir un premio que otorgaba una agencia internacional al mejor deportista del año y conoció a Fidel Castro. Ahí también empezó su relación con el revolucionario, se enamoró de la isla y confirmó esa admiración por el Che Guevara que había empezado a gestarse en Italia (al ver su cara en las banderas durante manifestaciones obreras).


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