El gran salvador, el Poder Popular, no el gobierno.

A 8 meses de pandemia, cuando el pueblo pensaba que todo empezaba a mejorar para las cientos de familias afectadas por la pandemia, que quedaron en desempleo por culpa de las empresas privadas que hicieron despidos masivos, estudiantes y docentes sin recursos tecnológicos, los médicos muriendo por contagios y miles de hondureños sufriendo pérdidas por el covid-19.

Llega noviembre, y ante la pronta semana morazanica, donde el régimen pretendía apertura hoteles y restaurantes, provocando que miles de hondureños hicieran turismo con el riesgo de aumentar los contagios, una inesperada pero anticipada noticia de que un Huracán se aproximaba al país, fue más despreocupante que temerosa.

El régimen tuvo una semana para preparar a la población ante la inminente llegada de la tormenta tropical ETA, así como lo hizo el gobierno socialista de Nicaragua. Sin embargo, hasta el día martes, después de 3 días de intensas lluvias, el régimen y su títere en copeco, "el Killa" anunciaban cancelación del feriado morazánico.

Después de lo ocurrido el día miércoles, cuando ciudades completas de la Lima, Progreso y urbanizaciones como Sector Planeta y Chamelecon quedaron casi por completo destruidas y miles de miles de familias atrapadas en sus techos, solo el pueblo se movilizó con lanchas, carros, comida, telefonía para comunicarse y ayudar.

Desde el día jueves el pueblo, a pesar del estorbo de copeco, fuerzas armadas, ha logrado rescatar y evacuar a ya casi la mayoría de personas.

En los albergues, quienes han ido apoyar y han recibido en sus casas a todos los damnificados, ha sido el pueblo. Esto es una muestra de que si podemos construir poder popular y avanzar organizados hacia un mejor futuro, con un sistema diferente, que nos permite la soberanía y la independencia verdadera, que nos permita tener el poder.

El pueblo ha sido el único que ha apoyado a sus hermanos hondureños afectados. Y la tarea es clara y dura, organizar a las masas y guiarnos con un claridad ideológica que nos permita avanzar hacia una transformación del país.

Es urgente dejar de depender de gobiernos, de elecciones, de las empresas privadas, de las transaccionales explotadoras y saqueadores, de inversión y apoyo extranjero. Debemos ser capaces de resolver nuestros propios problemas, asi cómo lo hemos hecho esta semana dura de crisis.

Poder popular, la única alternativa que ha tenido el pueblo para solventar esta crisis y ayudar al hermano hondureños afectado.