1ro de mayo, a 68 años sin avances radicales para la clase obrera.

EL ESTUDIANTE LENDU NEWS

Un primero de mayo de hace 68 años estallo en Honduras la huelga de la clase obrera, donde campesinos, obreros y mujeres organizados y dirigidos por el Partido Comunista de Honduras, así también como otras organizaciones sociales, se alzaron en protesta contra las compañías extranjeras bananeras que explotaban al trabajador hondureño. Esta huelga trajo consigo la conquista de los derechos laborales para la clase trabajadora, derechos que hoy por hoy siguen vigentes.

Si bien es cierto esta fue una acción heroica, histórica y trascendental para nuestro porvenir, en casi tres cuartos de siglo la clase obrera de Honduras no ha vuelto a ver una conquista o avance de tal magnitud, mas allá de reivindicar derechos que ya se habían conquistados, pero que fueron arrebatados en algún momento. 

En Honduras en las últimas dos décadas del siglo pasado se produjo un desarrollo industrial colonial y en los 90`s bajo la teoría neoliberal del nuevo mundo, de la globalización, con la llegada masiva de las maquilas, las compañías productoras de café y el impulso de la industria turística que replegó de hoteles y restaurantes la costa norte. Esto trajo mas adelante, en el silgo 21, el argumento dependista neoliberal de la inversión extranjera para el supuesto desarrollo económico. 

En el presente siglo 21 en Honduras producto del desarrollo industrial de la zona norte y de la emigración del campo a las principales ciudades, la sociedad hondureña vio nacer un nuevo sujeto social productivo, un nuevo trabajador y trabajadora.

Ahora se constituía una trabajadora de maquila, un obrero de la construcción, un obrero de la venta informal de mercancías y productos, una trabajadora de la servidumbre en los hoteles, hogares, centros comerciales, restaurantes y edificios de la clase dominante.

Para este siglo el sistema capitalista colonial se vio obligado a brindarle preparación básica al obrero y a la mujer trabajadora. Ante la necesidad de preparar mínimamente al trabajador para que fuera útil en la maquila (aún así el analfabetismo es del 15%, de los índices mas altos de América Latina), se crearon los Centros de Educación Básica, y en 2012 se aprueba la espuria LFE, la cual solidificaría un sistema educativo al servicio de las necesidades del capital extranjero, que trajo consigo la mal preparación académica de toda una generación, y la solidificación del sometimiento a un capitalismo salvaje, así como termino de afianzar una explotación al obrero hondureño, casi como (en argumentos filosóficos si lo es) esclavización.

En la última década se dio una forma de trabajo hegemónica, argumentada como la única alternativa de desarrollo. Se ha vendido como alternativa económica la inversión extranjera, cayendo en la ignorancia de que el hondureño es incapaz de desarrollar el país, y que no hay condiciones para un desarrollo de las fuerzas productivas. Así como se plantearon nuevas únicas vías de trabajo para la clase obrera, como la maquila, el servicio al cliente, el emprender vendiendo productos, trabajar para las franquicias de comida rápida o los call center (las nuevas maquilas para los cómodos). Todas una nueva forma de atrasar las fuerzas productivas y mantener en nuevas formas de sometimiento a la clase trabajadora. 

Para este primero de mayo de 2022, la clase obrera conmemoro su día y sus luchas históricas en diferentes circunstancias a las de la última década, se dejo atrás una dictadura política represora, y se acuerpo con el nuevo gobierno de la primer mujer presidenta. En un ambiente de algarabía y gozo por la derogación de leyes opresoras para la y el obrero, como la ley de empleo por hora, o las ZEDE`s.

Mas sin embargo la verdadera dictadura de la oligarquía sigue en pie de funciones y mas frontal en atentar contra la clase trabajadora. Por ejemplo; en medio de la celebración y gozo de las y los trabajadores en las distintas ciudades, los grupos de poder económico siguieron vociferando y exclamando que la reivindicación que se logro mediante la derogación de Ley de Empleo por Hora solo traería atraso al trabajo, a lo que grupos de comida rápida impulsaron acciones de protestas en redes sociales, siendo estos los principales tercerizadores del trabajo, los principales explotadores de una juventud hondureña educada y lanzada al mundo laboral de la empresa privada amante de la violación a los derechos laborales.

Si bien es cierto haber derogado las principales leyes que legalizaban la explotación y violentaban los derechos que se consagraron hace 68 años, aún se es necesario concretar avances mas radicales y ya no meramente reivindicativos, sino revolucionarios y apegados a la nueva realidad del sujeto social hondureño. No se puede embaucar la lucha obrera en meramente reivindicar o exigir reformas de leyes, si de fondo sigue habiendo explotación del hombre por el hombre, si de fondo sigue habiendo un modelo educativo esclavista y al servicio de los intereses imperialistas. 

Ante estas condiciones y necesidades se vuelve urgente que la clase obrera mediante el partido de gobierno, pueda organizar una Asamblea Nacional Constituyente. Desde el Congreso Nacional se mueve el discurso de defender la constitución, pero una constitución hecha por los militares en 1982. Una constitución que desampara a la clase trabajadora e impone un sistema social, judicial, político y económico nocivo y de atraso. 

La asamblea nacional constituyente es el primer paso radical para que la clase trabajadora empiece a construir una mejor sociedad, donde pueda tomar como pilares desarrollar una soberanía alimentaria, un nuevo modelo educativo, desarrollar el sector energético y resolver los problemas de agua y vivienda que hoy mantienen en penurias al 45% de los y las hondureñas. Para todo ello la clase obrera debe plantear desde la constitución un nuevo sistema, mas humano, que logre tomar y desarrollar los medios de producción mediante las riquezas nacionales con las que cuenta Honduras.